Mi primer contacto con la robótica educativa se produce con el descubrimiento de la Bee-bot y Blue-bot a través de un grupo de maestras (mi claustro virtual) en un congreso de realidad aumentada en el 2015.

Desde entonces Blue-bot se ha convertido en un compañero de proyectos, como ha sucedido este curso en el proyecto "los planetas".


Fue ver la abejita y pensar: ya tengo la tortuga Logo en relieve para trabajar los conceptos de percepción y representación espacial con mis niños, como nos habla Carmen Chamorro en su libro Didáctica de las matemáticas. Las matemáticas, unas de mis pasiones, siempre alerta.

He contado con un equipo de expertos que me han ayudado y asesorado en la parte técnica, fue triste el día que descubrí que Blue-bot no es un robot, si nos ceñimos a una de las definiciones, al carecer de sensores. Pero no pasa nada porque sigue motivando a nuestros peques, aunque sepamos que tenemos que dar un paso más.


En este trayecto he tomado contacto con más dispositivos: Escornabot, Ozobot, My Robot Time, LittleBits...


Alguno, como My Robot Time, ya ha formado parte de un reto dentro de la sesión de robótica que hemos trabajado este curso 2017/2018. Pero sin duda fue Pleo el que me dejó totalmente enamorada en el congreso de Robótica Educativa en Madrid 2018. ¡Cómo me gustaría tenerlo para el proyecto de "los dinosaurios"!, otro de los proyectos que trabajaremos el curso que viene, algo pensaremos.

Dentro del proyecto editorial hemos creado unos recursos que sirven de base para adentrarnos en el conocimiento de la robótica a través del juego, con algunas orientaciones y guía que nos da apoyo al profesorado, y desde un punto abierto donde cada maestro podrá desarrollar su propia ruta de exploración.

 La tecnología entra en el aula de infantil de forma sencilla y muy vivencial, partimos de nosotros y nuestras rutinas para crear algoritmos que nos lleven a descubrir y desarrollar el pensamiento computacional, aprovechando la emoción e interés que despierta en nuestros alumnos todo lo relacionado con la robótica.

Con la realización del proyecto circuitos, baterías, placas base, códigos binarios, sensores, terminales... comienzan a sumarse a nuestro vocabulario.

Ingeniería, matemáticas, arte y tecnología en estado puro.Nos acercamos a los robots y como ellos: trabajamos, investigamos y exploramos lugares perdidos, aprendemos y jugamos y, sobre todo, ayudamos a los demás.